Cada día se firman cientos de contratos de arrendamiento y cada uno con sus peculiaridades, por lo que es muy importante que se tomen las precauciones necesarias a la hora de firmar un contrato de alquiler para evitar que alguna de las partes pueda resultar perjudicada.
Estos son algunos de los errores más comunes y que hay que evitar cuando se firma un contrato de alquiler:
1.- No comprobar que el arrendador es el propietario de la vivienda:
Para evitar engaños por parte del arrendador (como por ejemplo, que se trate de un subarriendo; esto es que la casa esté ya ocupada por otra persona y que cuando llegue el nuevo inquilino se encuentre a gente viviendo en el piso que va a habitar…), conviene consultar previamente los archivos del Registro de la Propiedad, bastando con pedir una nota simple que revelará si es el propietario quien ha puesto la vivienda en alquiler.
2.- Desconocer si la inmobiliaria cobra al inquilino:
Si el contrato se hace a través de una agencia inmobiliaria, lo normal es que sea el dueño del piso quien corra con los gastos, pero algunas agencias cobran también al inquilino.
Es bueno, tanto para el propietario como para el inquilino, conocer este dato, bien sea para optar por otra agencia para formalizar el alquiler o para saber cuánto costará finalmente la transacción y no llevarse sorpresas finales.
3.- No negociar:
Si el inquilino cumple el perfil requerido por el propietario de la vivienda, es posible negociar con el propietario e intentar una rebaja en la mensualidad, pequeñas reformas o flexibilidad en alguna cláusula incluida en el contrato.
4.- Hacer un contrato verbal:
Es perfectamente legal celebrar un contrato verbal, pero NO ES RECOMENDABLE, pues a la hora de demostrar que se ha llegado a ciertos acuerdos o que se habían fijado determinadas cláusulas es mucho más difícil si el contrato es verbal.
Además. que el contrato sea verbal es negativo tanto para el propietario como para el inquilino.
5.- No leer el contrato:
Uno de los peores errores y que con más frecuencia se comete es; no leer el contrato y dar por supuesto que las cláusulas incluidas son las que se habían acordado de antemano.
Si no se revisa y es la otra parte quien lo ha redactado, cabe la posibilidad de que no aparezca todo lo que el inquilino desea.
Además. conviene reflejar en el contrato si la casa tiene desperfectos y cuales son.
6.- No firmar todas las hojas:
Es imprescindible firmar todos los folios y anexos del contrato, para evitar que después se puedan introducir cláusulas o se eliminen partes que perjudiquen a cualquiera de las dos partes, tanto propietario como inquilino.
7.- No revisar la casa ni reflejarlo en el contrato:
Es muy conveniente revisar la vivienda y dejar por escrito en el contrato los desperfectos que presenta la vivienda y si el dueño se compromete o no a repararlas.
Si ello no se deja por escrito, es posible que después el propietario se niegue a realizar el arreglo al que se había comprometido o decir que ha sido el inquilino quien le ha causado los daños en la casa, pudiendo darle derecho a pedir que se lo pague o incluso a echarle del piso.
8.- Dar por supuesto algo que no aparece por escrito:
Es habitual que el inquilino lea el contrato, se de cuenta de que algo no se ha recogido en él y el propietario o la agencia le tranquilicen asegurando que eso se da por supuesto.
No hay que dejar nada al azar y todo debe estar plasmado para evitar futuros problemas. Hay que pedir que se modifique el contrato para que figuren en él por escrito.
9.- No fijar la forma de pago:
Siempre debe hacerse constar en el contrato la forma en que se van a abonar las mensualidades del alquiler. Lo mejor; por trasferencia bancaria para que quede constancia del ingreso.
10.- Acceder a pagar conceptos que corresponden al propietario:
El IBI, la basura, la comunidad de vecinos… son gastos que, por lo general, le corresponden al propietario, aunque la ley da libertad al propietario para que pueda atribuir el pago de estos servicios al inquilino, pero por eso es necesario que, antes de firmar, el inquilino calcule cuánto le van a costar estos impuestos.
11.- Adelantar cantidades elevadas:
Habría que evitar, en la medida de lo posible, abonar de forma anticipada muchas mensualidades, para evitar quedarse después sin un dinero que le puede ser imprescindible para poder pagar precisamente las rentas del alquiler de esa vivienda.
Es por ello que resulta tan aconsejable consultar con un profesional antes de firmar cualquier contrato.